Después de un martes poco fructífero por no decir otra cosa llego el primer día gordo. De entrada a primera hora visita de la responsable de la Asociación de Usuarios del río Guadalajara, Magdalena Rueda. Ya me voy enterando de la situación aquí reinante y los principales campos de actuación de la asociación.
Justo después fui a conocer la realidad de la otra asociación con la que voy a trabajar: AsoGuabas Asociación de usuarios del río Guabas). En vez de reunión como tal pude acompañarles en un par de visitas.
La primera nos llevo a una finca de Barranco Bajo. Allí acompañe a Patricia, del IMCA y a Ana, de AsoGuabas, a evaluar los avances de unas campesinas que habían estado recibiendo capacitaciones.
La primera nos llevo a una finca de Barranco Bajo. Allí acompañe a Patricia, del IMCA y a Ana, de AsoGuabas, a evaluar los avances de unas campesinas que habían estado recibiendo capacitaciones.
Visitando Barranco Bajo |
Es una gozada ver que gente que tiene ya una edad sigue con la inquietud por mejorar su método productivo y más cuando los resultados son tan buenos. Esta gente en cuestión tenía un finca muy variada. Una plantación central de maíz y muchísimos y bien variados frutales (naranjas, sapotes, maracuyá). Todo con algunas gallinas sueltas por ahí picando lo que les salia en gana y algunos cerdos.
Tocaba conocer otra cara del entorno y nos cogimos el todoterreno para subir hasta la Magdalena a visitar la casa de doña Nuria, donde tendría lugar una reunión de un grupo de ahorro. Los grupos de ahorro forman parte de una iniciativa del IMCA para que grupos de campesinos se autogestionen para ahorrar dinero y darse prestamos entre ellos. La dinámica es muy sencilla. Los miembros compran acciones que van engordando la cuenta del fondo de prestamos al que pueden recurrir llegado un punto, pudiendo solicitar hasta 3 veces el importe ahorrado. No es una cosa limitada a un sector de la población. Estos grupos se conforman por menores y mayores, indistintamente. También tienen la posibilidad de acceder a un fondo social (creado a partir de pago de multas y otros) con el que pueden dar ayudas extraordinarias a miembros de su comunidad en caso de alguna calamidad.
El objetivo de la visita era acompañar al grupo en su proceso para poder subsanar errores que hubiesen podido cometer. Pero a nivel personal también me sirvió para conocer otra dimensión de la economía de la montaña: la piscicultura. Y es que doña Nuria gestiona unas piscinas de truchas, al igual que otras familias de la vereda.
Por cierto, para almorzar nos ofrecieron una trucha recién capturada, ¡y que delicia! La reunión se alargó y casi bajamos de noche. Menos mal que estábamos bien almorzados.
Entre todo hubo bastantes esperas y fueron momentos geniales para captar el valle en toda su dimensión. Es impresionante como en pocos kilómetros uno pasa de estar en la mas absoluta planicie a subir por la selva a casi 2000 metros sobre el nivel del mar.
Auténtica gallina campera |
Las piscinas de la Magdalena |
Entre todo hubo bastantes esperas y fueron momentos geniales para captar el valle en toda su dimensión. Es impresionante como en pocos kilómetros uno pasa de estar en la mas absoluta planicie a subir por la selva a casi 2000 metros sobre el nivel del mar.
El valle desde lo alto |
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